He elegido a Virginia Woolf como mujer significativa para mí por diversos motivos.
Tres detalles importantes: - Fue una de las figuras más destacadas del modernismo vanguardista anglosajón del siglo XX y del feminismo internacional.
- Durante el período de entreguerras, Woolf fue una figura significativa en la sociedad literaria de Londres y miembro del grupo de Bloomsbury. Este grupo estaba formado por intelectuales británicos, que se reunían en casa de Virginia o en la de su hermana Vanessa. La mayoría de ellos eran miembros de la sociedad secreta denominada los “Apóstoles de Cambridge”.
- Su ensayo “Una habitación propia” es uno de los textos más citados por el movimiento feminista.
Dos actividades favoritas:
- Escribir: Fue autora de novelas, cuentos, obras teatrales…
- Pasar sus vacaciones de verano con su familia en St Ives en Cornualles. La casa de veraneo, «Talland House», tenía vistas a la playa de Porthminster y al faro de Godrevy. Recuerdos de esas vacaciones familiares e impresiones del paisaje (especialmente del faro de Godrevy) impregnaron la ficción que Woolf escribió en años posteriores, principalmente en “Al faro”.
Un recuerdo de una acción memorable:
Durante toda su vida, Virginia sufrió una enfermedad mental hoy conocida como trastorno bipolar. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de su casa de Londres y la fría acogida que tuvo su biografía sobre su amigo Roger Fry empeoraron su condición.
El 28 de marzo de 1941 Woolf se suicidó. Se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su hogar, donde se ahogó. Su cuerpo no fue encontrado hasta el 18 de abril. Su esposo enterró sus restos incinerados bajo un árbol en Rodmell, Sussex.